El preparado muestra las dos variedades de tejido adiposo: blanco (unilocular) y pardo (multilocular).
Observe a menor aumento la presencia de dos tipos principales de tejido, con distinta intensidad de coloración con eosina. Note la predominancia del tejido adiposo pardo, cuya coloración es más intensa. En ambos tejidos se presentan tabiques eosinófilos de tejido conjuntivo denso, en los que encontrará vasos sanguíneos de diferentes tamaños, y cortados en diferentes direcciones.
A mediano y mayor aumento observe las características de las células que componen estos tejidos, los adipocitos.
En el tejido adiposo blanco los adipocitos son de gran tamaño y de forma poliédrica o esférica. Histológicamente se caracterizan por presentar una única gota lipídica grande que ocupa la mayor parte del citoplasma, la cual fue extraída durante el procesamiento de la muestra, por lo que el sitio que ocupaba la gota lipídica aparece como un espacio ópticamente
vacío. Ésta desplaza el núcleo hacia la periferia, por lo que presenta un aspecto aplanado. Por estas características se puede denominar también a este tejido, adiposo unilocular.
Por otra parte, en el tejido adiposo pardo observe células de forma similar pero de menor tamaño. Note que este último presenta una mayor vascularización sanguínea que el anterior. A mayor aumento se pueden reconocer en su citoplasma múltiples gotas lipídicas de diferentes tamaños, más pequeñas que las que presentan las del tejido adiposo blanco. Su núcleo es esférico y excéntrico, pero no está aplanado.